El presente trabajo, que trata sobre el teatro comercial en la ciudad de Murcia al final del siglo XVI y durante todo el XVII, es fruto de una tesis doctoral desarrollada en el Departamento de Literatura Española, Teoría de la Literatura y Literatura Comparada de la Universidad de Murcia y dirigida por el profesor Francisco Florit Durán, bajo el amparo de una beca de investigación de la Universidad de Murcia. En este libro se recoge y se desarrolla una parte de dicha tesis, concretamente, la que se centra en los teatros públicos de Murcia, su historia, estructura y funcionamiento. No se pretende abarcar aquí la vida teatral de la ciudad en su totalidad; así pues, se reservan para un estudio futuro otros aspectos, entre los que destaca la fiesta del Corpus.

En las últimas décadas del siglo XVI surgió en España un nuevo sistema comercial teatral. Desde el final del quinientos y a lo largo del siglo XVII en muchas ciudades de la Península florecieron numerosos corrales de comedias, y con ellos una nueva forma de entender el teatro, en cuanto a espacios escénicos, compañías de actores, mentalidad de los espectadores, etc. La ciudad de Murcia no estuvo al margen ni exenta de todos estos cambios y novedades. A finales del siglo XVI (la documentación más antigua data de 1593), Murcia contaba con un lugar predeterminado para la representación teatral: un patio interior del Hospital de Nuestra Señora de Gracia y Buen Suceso. A este teatro le siguieron el del Toro, en 1609, y el del Buen Suceso, en la plaza de Santa Catalina, en 1633. Éstos fueron los edificios donde se representaron comedias en el Siglo de Oro en Murcia. Como se pone de manifiesto en las próximas páginas, el llamado «Teatro del Trinquete», del que se habla en parte de la bibliografía, no existió como espacio escénico: no se habilitó a principios del siglo XVII para representar, sino que, tras abandonar el teatro del Buen Suceso, en 1638, se aprovechó este edificio para que fuese un lugar donde se jugara a la pelota. Así pues, el Trinquete no fue teatro, sino que un teatro se convirtió en sitio donde se practicó el juego de la pelota.