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“Don Quijote” en las Obras del P. Antonio Eximeno

Published online by Cambridge University Press:  02 December 2020

Alice M. Pollin*
Affiliation:
New York University, New York 53

Extract

Entre los numerosos escritos del siglo 18 que son dignos de ser mâs conocidos y estudiados estân los de la pluma del P. Antonio Eximeno. Dos obras suyas, la Apologia de Cervantes y el Don Lazarillo Vizcardi, tienen un in-terés especial porque representan dos modali-dades particulares que tomo el cervantismo en el pensamiento del P. Eximeno. Antes de la expulsion en 1767, era conocido Eximeno por sus brillantes investigaciones filosoficas y cientificas, por ejemplo, su Observatio transitus veneris per discum solarem (Viena, 1761). Como maestro de Retorica y Poesia, y profesor y director de la Real Academia de Artilleria de Segovia, adquirio también renombre. Fué estimado, asimismo, por sus poesias (en latin y en castellano) y sus ser-mones. En Italia logra dominar el toscano, lengua en la que escribe gran parte de sus obras después de 1761. Para Eximeno, como para otros tantos de sus distinguidos compatriotas, en el destierro se amplia no solo el horizonte geogrâfico y linguistico, sino también el cultural. En la basilica de San Pedro en Roma, escuchando una misa de Jomelli, tiene Eximeno una verdadera “revelacion” intelectual que le impulsa al gran matemâtico a rechazar las matemâticas como fundamento vâlido para la musica y a insistir en que solo los acentos de la voz, el habla, y la poesia pueden considerarse como la base de toda composicion musical. La musica y la poesia, regidas por el buen gusto del poeta y del compositor, han de pintar los afectos humanos, imitando constantemente la naturaleza. En Roma, uno de los grandes centros musicales de la época, se dedica Eximeno al estudio teorico de la historia, la estética y la prâctica de la musica y funda su sistema estético-musical sobre la lingüistica y la prosodia. Participa en las aca-demias italianas bajo el nombre arcadio de Aristoxeno Megareo, y entra con toda la fuerza de su vigorosa personalidad, en polémicas te-oricas con el idolo y maestro de los musicos italianos, el doctisimo P. Martini. La obra de Eximeno que levanto acerba oposicion entre los musicos de Italia fué su Del origen y reglas de la música

Type
Research Article
Information
PMLA , Volume 74 , Issue 5 , December 1959 , pp. 568 - 575
Copyright
Copyright © Modern Language Association of America, 1959

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References

1 Antonio Eximeno y Pujades, ex-jesuita espafiol, n. en 1729 (Valencia), m. en 1808 (Roma). Maestro de Retórica y Poesia en el Seminario de Nobles de San Pablo, y en la Univ. de Valencia. En 1764 fué nombrado catedrático de matemâticas en el Colegio de Artilleria de Segovia. Más tarde fué director del colegio. En la expulsión de los jesuitas (1767), salio de Espafîa y se trasladó a Roma. En 1798 re-greso a Valencia, pero en 1802 estuvo de vuelta en Roma. Véase el resumen biogrâfico y critico del P. Nemesio Otafio, “El P. Antonio Eximeno,” Mus. Sacro-Hispana, 1914. El P. Otano confirma el hecho de la demisión de Eximeno de la Compania y describe cuâl habia sido la relación entre Eximeno y la Compañia desde que se secularizó el deste-rrado (pâgs. 104–105).

2 Véase J. Pastor FÛster, Bihlioteca valenciana (Valencia, 1827–30), n, 319–326 para datos biogrâficos y bibliogrâficos sobre Eximeno, incluso un relato de su extraordinaria fac-ilidad poética que le gano honores y premios en certámenes poéticos en Valencia. En F. Carreres y de Calatayud, Las fiestas valencianas y su expresiôn poética (Madrid, 1949), pâgs. 365, 366, 369, 382, se citan algunos versos de Eximeno que emplean hiperbatón, “Este del yermo honor, ciprés lozano” p.e., y otras figuras que se señalan como ejemplos del influjo de Góngora en las poesias escritas para las justas valencianas. (Eximeno, sin embargo, critica a las Soledades de Gongora, diciendo que mejor séría llamarlas Bosque por su obscuridad.)

3 En la Oraciôn en la abertura de la Real A cademia . . . de Artilleria (Madrid, 1764), pronuncia Eximeno uno de sus famosos sermones. Aunque no es un discurso de “las Armas y las Letras,” se nota el gran respeto y la suma importancia que concede al militar: “… que es la gloria militar, gloria la mayor que ocupa la tierra, capaz de dar celos a la gloria del mismo trono” (pâg. 20). Mâs tarde reflexiona: “ Es a la verdad gran miseria que entre las castas de animales no haya otra que la del hombre, la cual a sangre fría se haga mu-tuamente la guerra” (pâg. 21).

4 Eximeno se identifica con Aristoxeno, el célèbre filosofo griego (IV. a. de J.C.), autor de Elementos armúnicos, y le considéra como su Ûnico y verdadero precursor estético por su insistencia en la experiencia del oido para la determinaciôn y percepcion de todo elemento musical. Eximeno rechaza todas las demâs teorias cientificas y matemâticas desde Pitâgoras hasta Rameau, estimando en este solo algunos aspectos de su teoria, los sefialados por d'Alembert en los Eléments de la Musique.

5 Se publico en Roma, 1774, escrito en italiano, esta primera obra de importancia de Eximeno, sobre musicologia: Dell'origine e dette regole délia musica. En Bolonia, el mismo ario, aparecio la obra fundamental de polifonia vocal del P. Martini: Esemplare ossia saggio fondamentale … La res-puesta de Eximeno, Dubbio . . . sopra il Saggio fondamentale . . . (Roma, 1775), y su obra inicial provocaron polémicas muy agrias. Véase por ejemplo et Efemeridi Letterarie diRoma, in, num. 12 (1774), 89 et seq., 97 et seq., 105 et seq., en donde se le acusa a Eximeno de profunda ignorancia y gran temeridad en materia musical.

La traduction esmerada (aprobada por Eximeno) de su Dell'origine fué hecha en Madrid, 1796, por Francisco Antonio Gutierrez: Del origen y reglas de la musica con la historia de su progreso . . . Gutierrez tradujo también el Dubbio . . . que aparecio en Madrid (1797), bajo el titulo de Duda de D. Antonio Eximeno sobre el ensayo fundamental . . . del M.R.P.M. Fr. Bautista Martini.

6 Don Lazarillo Vizcardi; Sus investigaciones miisicas con ocasiôn del concurso a un magisterio de capilla vacante. Soc. de Bibliônlos Espanoles, No. 10 (Madrid, 1872–73), 2 tomos. Eximeno parece haber terminado su novela en 1802. Entre el 1802 y el 1806 la revisaba y limaba, remitiéndola en 1806 a Madrid. No se publico enfonces por “falta de fondos” y “revoluciones politicas del mundo.” Véase el Preliminar a D. Lazarillo . . . por A. Barbieri.

7 Séria interesante poder averiguar algo de las lecturas que hacia Eximeno. Conocerîa, por ejemplo, el Fray Gerun-dio del P. Isla, o el Quijote de los tealros de Cândido Maria Trigueros, o la Vida y empresas literarias de D. Quijote de la Manchuela de C. de Anzarena? Mâs interesante aun séria saber si conocia un libro bastante leido en el siglo 18, Der Musikalische Quack-Salber (Dresden, 1700), escrito por el eminente maestro de capilla y compositor, Johann Kuhnau. El “héroe” de esta novela es un picaro que engafia a los habitantes de Dresden, aficionados a la moda italiana, con sus fingidas e inexistentes capacidades de virtuoso italiano.

8 Apologia de Miguel Cervantes: Sobre los yerros que se le han notado en el Quixote (Madrid, 1806), Dedicatoria.

9 En la ultima pagina de la dedicatoria de la Apologia dice Eximeno: “Y por si la sombra de Cervantes esta algo resentida con el Real Colegio Militar de Segovia, por haber uno de sus mâs distinguidos individuos [de los Rios] levan-tado esta niebla, bien sera, para aplacarla, que otro indi-viduo, que cuenta por su mayor honor el haberlo sido del mismo Real Colegio, procure disiparla.”

10 Vida y Hechos de Don Quixote de la Mancha (Londres, 1738). Vida de Cervantes por D. Gregorio Mayâns i Siscar.

11 Mayâns, Vida, pâg. 68: “Don Quijote es hombre de todo tiempo, y verdadera idea de los que ha habido, hay, y habrâ: asi se acomoda bien a todos tiempos y lugares.”

12 Ticknor, por supuesto, encuentra que la defensa de Cervantes por Eximeno indica mâs bien falta de perspectiva. En su History of Spanish Literature (Boston, 1863), II, nota num. 37 a la pâg. 148 consta: “All this, I think, is eminently absurd; but it is the consequence of the blind admiration with which Cervantes was idolized in Spain during the latter part of the last century and the beginning of the present.”

13 El lector recordarâ las palabras de Cervantes en el Persiles y Sigismunda, Libro III, capitulo 10: “… es ex-celencia de la historia, que cualquiera cosa que en ella se escriba puede pasar al sabor de la verdad que trae consigo; lo que no tiene la fabula, a quien conviene guisar sus acciones con tanta puntualidad y gusto, y con tanta verisimilitud, que, a despecho y a pesar de la mentira, que hace disonancia en el entendimiento, forme una verdadera armonia.”

14 Véase la nota, núm. 6.

15 De aquí en adelante las referencias a Don Lazarillo serân indicadas en el texto con las letras iniciales DLV, seguidas del núméro del tomo y la página.

16 Hablando de “los tiempos góticos” dice Eximeno, “… pero entonces para conquistar el corazón de una Dama, era necesario presentarla a sus pies las garras de un león, los despojos de un tigre o la cabeza de un gigante.” En una nota al pie de la misma pagina observa Eximeno: “La historia de D. Quijote es una crítica filosófica de las costumbres gó-ticas.” Del origen de la música, pág. 149. -|

17 Para tener una idea de como eran los verdaderos con-cursos de este tipo véanse: Mary N. Hamilton, Music in 18th Century Spain (Urbana, 1937), págs. 200–201; José Artero, “Oposiciones al magisterio de capilla en Espafia durante el siglo XVIII,” Anuario Musical, ii (1947), 191—202. Artero afirma que el concurso al magisterio de la catedral de Salamanca, ganado por Manuel Doyague, fué el proto-tipo de todas aquellas oposiciones y el que usó Eximeno como modelo para D. Lazarillo.

18 Valencia, segÛn muchos musicólogos, era en efecto uno de los centros de conservatismo más arraigado en cuanto a la musica sagrada. Véanse: A. Araíz, Historia de la música religiosa en Espana (Barcelona, 1942), pág. 163; H. Eslava y Elizondo, Breve memoria histórica de la musica religiosa en Espana (Madrid, 1860), págs. 82, 83, 96: Mary N. Hamilton, Music in 18th Century Spain (Urbana, 1937), pâgs. 11, 12, 118, 198, 199, 206–208, 237–239; W. H. Hadow, en The Oxford History of Music (Oxford, 1904), v, 178–182; F. Ped-rell, P. Antonio Eximeno (Valencia, 1920), pâg. 65.

19 Pietro Cerone (1566-1613?) en su El Melopeo y el maestro produjo una obra técnico-musical, de tendencia moral y de proporciones enciclopédicas. Eximeno se burla cons-tantemente de su pedanteria, su arrogancia, y sobretodo del énfasis que pone Cerone en tales ejercicios contrapun-tistas como cânones enigmâticos, cancrizantes, etc.

20 Pablo Nassarre (1664-1724), organista, ciego de naci-miento, escribio Fragmentos mÛsicos y Escuela musica segúnla prática moderna.

21 El lector tendrá constantemente en cuenta que las alusi-ones y los paralelismos que aquí serán indicados entre el libro primariamente teórico-crítico de Eximeno y la sin par novela de Cervantes son una mínima parte de Don Lazarillo y se refieren al Quijote sólo en algunos aspectos episódicos, superficiales y lingüísticos que le Servían a Eximeno para su sátira del canto gregoriano y de la complicada polifonía vocal.

22 Para un relato de la afición a la música de cámara en la corte, y la aficion de Carlos IV al violin, véase la mono-grafia de José Subira, El tealro del real palacio (Madrid, 1950). La lista de las obras de musica en la Biblioteca de la Real Capilla da una idea muy clara del estado de la musica en la corte.

23 No va incluído aquí otro tipo de examen de libros, o sea el del Del origen de Eximeno que ocupa varios capitulos en DLV, y en el que Ribélles explica y repasa en forma con-cisa la teoria musical fundamental de Eximeno.

24 Menéndez y Pelayo, en Ideas estéicas, II, capit. xII, impugna sin réserva alguna las ideas y la influencia de Cerone, calificândole de “monstruo musical.” Aprueba la fla-gelacion que sufre a las manos de Eximeno porque “… los ultimos libros del Melopeo estin atestados de los mayores delirios, ecos, enigmas musicales en forma de sol, en forma de cruz, de balanza … el juicio final y el caos, imagen fiel del cerebro del musico que tal cosa fantaseaba” (pág. 496). Lo mismo dice F. Pedrell, del “… ramplôn y fatal Pedro Cerone y su satélite obligado, Padre Nassarre, el ciego de nacimiento y de profesion, como lo calificaba insidiosa y ocur-rentemente el sagaz jesuita [Eximeno].” Véase Adolfo Sala-zar, La musica en la sociedad europea (Mexico, 1944), ii, para un resumen de la “revolucion musical” del siglo XVIII y del lugar que ocupa en su tiempo Eximeno. Salazar opina que el ataque de Eximeno contra Cerone era “… gran lanzada a moro muerto y putrefacto en el afio de 1774, en el que el pastor ârcada Aristosseno Megareo … se apresta a combatir contra los molinos de viento deTla vieja técnica [polifonica] medieval y barroca . . . y el D. Lazarillo Viz-cardi que Eximeno confecciona veinticinco afios después de sus Regole, es, en sus ochocientas paginas muy siglo XVIII como Cerone lo fué en sus mil y poco de El Melopeo, al gusto barroco” (pâg. 297).

25 Al parecer, se equivoca aqui Eximeno en lo de las fechas, citando el afio 1613 como el de la publicacion del D. Quijote y del Melopeo. También hay un error en lo que se dice en DLV acerca del atrevimiento que demuestra Cerone, ber-gamasco, en escribir en “castellano” sin haber estado en Espafia. En realidad, Cerone estuvo en Espafia en 1593, en la Capilla Real de Felipe II. En 1608 salio para Nâpoles para servir alli a la Capilla Real. Lo que le enfurece a Eximeno (que comprende muchos aspectos del siglo 17 tan mal como el 18 y 19), ademâs de los ejercicios polifônicos intelectuali-zantes y el “Babel” de Cerone, es su afân moralizador. El Melopeo, obra tan sumamente barroca, es una leccion de conducta para todos los mÛsicos en general y para los es-pafioles en particular.

26 El P. Diego représenta al P. Martini cuya biblioteca era famosisima; ella forma hoy dia la base de la biblioteca del Liceo Musical de Bolonia. A pesar de sus constantes polémicas, estaban de acuerdo Martini y Eximeno sobre muchos puntos importantes, por ejemplo, la necesidad de reformar la mÛsica religiosa que en su dia iba perdiendo toda solemnidad e iba aproximadamente a la mÛsica moderna teatral italianizante. (Se recordarâ el interesante ensayo sobre este tema escrito por Feijóo, La mÛsica en los lemplos.) Véase para la aclaración de la relatión entre Eximeno y Martini, y su amistosa reconciliation, la valiosisima obra del P. Miguel Batllori, Esteban de Arteaga (Madrid, 1944), Esktdio Preliminar.

27 Un error curioso aparece en las paginas a DLV dedi-cadas en la Encyclopédie de la Musique et Dictionnaire du Conservatoire (Paris, 1930). El articulo (de R. Mitjana) sobre Eximeno y DLV es casi una duplicacion de la materia reunida por Menéndez y Pelayo, pero con un error fatal, porque el articulo deja muerto al pobre Agapito después de su experi-mento planetario (págs. 2216–17).

28 Menéndez y Pelayo, quien estimaba y elogiaba enorme-mente a Eximeno en muchas fases de su labor intelectual, no podia justificar de ningun modo a D. Lazarillo como novela. “. . . no es solo malo, sino detestable. Es indigesto, difuso, y pesadisimo; no se encuentra en él sombra de action . . . Para el que busca en un libro de esta especie recreation y deleite, el D. Lazarillo es un farrago insopor-table,” Estudios de crîlica histôrica literaria (B.A., 1944), iv, 62–63. Para otro estudio detallado y encomiástico que dedica Menéndez y Pelayo a Eximeno, véase la Historia de las ideas estéticas, tomo ni, vol. 2& (Madrid, 1886), capit. V. Aunque critica aqui también a D. Lazarillo con mucha severidad, admite el poligrafo que “ . . . Eximeno tenia verdadera chispa y gracia para haber escrito una novela picaresca . . . hay en Don Lazarillo tipos verdaderamente comicos . . . reinan ademâs en el lenguaje una pureza y una frescura verdaderamente maravillosas en un anciano de setenta y dos años, que no habia nacido en Castilla, que habia pasado la mayor parte de su vida fuera de Espafla …” (Ideas estéticas, III, v, 553). Opinion contraria a la de Menéndez y Pelayo es la de F. Asenjo Barbieri, el insigne musicólogo español, que en una introduction a D. Lazarillo alaba mucho la novela en si, y encuentra que además de la musicología, hay bastante materia histôrica y filosófica para interesar al lector. Entre otras cosas, es muy valiosa la historia del manuscrito de Eximeno que traza Asenjo Barbieri. Véase D. Lazarillo Vizcardi, LIX-LVI (Preliminar).