Published online by Cambridge University Press: 28 April 2010
Entre las características más sobresalientes de la revolución industrial en Europa destaca el crecimiento espectacular de las ciudades. Las implicaciones de este proceso de urbanización para la dinámica más amplia del comportamiento demográfico de las sociedades europeas de los siglos xix y xx son de una importancia fundamental para nuestra comprensión de los últimos dos siglos de historia europea. Parecería razonable suponer que el peso creciente de las ciudades condicionaba no sólo los comportamientos vitales de sus propios residentes, sino que funcionaba como catalizador de cambios en toda la sociedad. A fin de abordar esta cuestión, es preciso plantearse una serie de interrogantes acerca del papel desempeñado por las ciudades en la Europa de la revolución industrial. ¿Hasta qué punto tendieron a compensar los núcleos crecientes de población urbana, con niveles supuestamente inferiores de nupcialidad y fecundidad y superiores de mortalidad, a las tasas de crecimiento natural, claramente insostenibles, del mundo rural? ¿Fueron las poblaciones urbanas pioneras en la transitión demográfica o seguían un modelo similar al de las áreas rurales? (Livi Bacci, 1971: 102–111; Lesthaeghe, 1977: caps. 5 y 6; Knodel, 1974: 206–222). ¿En qué diferían estos comportamientos al ir creciendo la ciudad? ¿Influyeron o no las ciudades, y en qué medida, en las áreas rurales circundantes, de modo que no sólo habrían sido protagonistas de distintos modelos de comportamiento y cambio demográficos, sino que también agentes de cambio en las áreas rurales?