Published online by Cambridge University Press: 28 April 2010
No sé si el lector de esta polémica habrá obtenido alguna satisfacción intelectual de su lectura. Confío, eso sí, que habrá podido valorar la validez de los datos y argumentos de una y otro. Reconozco que la respuesta de Antolín a mis objeciones me ha producido una cierta perplejidad. Contiene, en primer lugar, buen número de consideraciones —algunas de ellas interesantes— que nada tienen que ver con las objeciones que yo planteaba. Cuando se centra en ellas cae, a mi entender, en cierta incoherencia o, simplemente, elude presentar una réplica sólida. A fin de no aburrir más al inocente lector voy a presentar tan sólo tres puntualizaciones sobre los puntos en discordia y dos breves comentarios de alcance más amplio.