Published online by Cambridge University Press: 29 January 2010
Los cinco helicópteros rusos de transporte levantaban mucho polvo cuando, el 15 de junio de 1997, depositaban en Cartagena de Chairá su valiosa carga: 70 soldados de las fuerzas armadas gubernamentales, apresados por la guerrilla tras haber perdido un combate, nueve meses y medio antes. Con el espectacular aterrizaje en la selva comenzaba su libertad y finalizaba, asimismo, un trágico episodio de guerra, que había humillado a los altos mandos militares y había tenido a todo el país en ascuas. Tanto mayor fue la alegría cuando los 70 soldados, dados por desaparecidos, pudieron finalmente abrazar a la respectiva madre y toda Colombia pudo abrigar, durante algunos instantes, le dulce ilusión de una paz cercana. En presencia de observadores internacionales y de incontables periodistas, los jefes de la guerrilla concluyeron con un patético festejo la entrega de los soldados al CICR. Luego, éstos volvieron a subir a los helicópteros.
1 Con respecto a la labor de difusion en Colombia, vease Bigler, Roland, «Difusión del derecho internacional humanitario en Colombia», RICR, na 142, julio-agosto de 1997, pp. 447–458Google Scholar.
2 Las cifras proceden de un estudio realizado por UNICEF, citado en El Tiempo, Bogota, 14 de marzo de 1997Google Scholar. Segiin dicho estudio, desde 1985, unos 900.000 colombianos han huido a causa de la violencia.
3 En cada comunidad colombiana hay un personero, abogado publico, que supervisa la administration, recibe las quejas civiles de la poblacion y las transmite a las autoridades competentes; se asemeja a un ombudsman.